Las sensuales obras cubistas de Alexander Archipenko

Alexander Archipenko es uno de los precursores del cubismo, sintetizando desde el dibujo consigue que la escultura nos dibuje otra realidad, pinturas geométricas que desembocan en un espacio escultórico, con el juego una vez más del espacio que rodea la materia y la materia que dibuja un espacio.
Bebió del París creativo, en los años que empezaban a emerger grandes artistas como Picasso, Juan Gris, Delaunay etc…

En esta obra “Femme marchant” de 1912, Alexander Archipenko, nos enseña el camino del cubismo, de una escultura cubista sin ningún compromiso con la realidad, salvo la teorización de una realidad de formas volúmenes espacios y materia.

En esta obra cubista de Alexander Archipenko ”Flacher Torso” 1914 podemos ver otra vertiente del arte cubista del artista, aquí lleva la escultura cubista al límite de la abstracción y de la pintura geométrica. Un espacio que envuelve la materia y una materia que lucha por salir de su espacio, consigue la simbiosis perfecta entre la sensualidad y la geometría.

Otra escultura cubista de Archipenko, donde está presente la sensualidad, vuelve a basarse en las pinturas geométricas para obtener un resultado magnifico, plena de sencillez y limpieza de trazo, la escultura dibuja un perfil perfecto, mientras la escultura lucha por mostrar una sensualidad, con unos rasgos cubistas suavizados, que realzan la geometría.
Archipenko es uno de mis escultores Cubistas preferidos, por su innovación, carisma y fuerza escultórica.
Seguiremos mostrando en otros artículos, obras de Archipenko, su obra merece la pena ser estudiada y contemplada para entender toda una época de descubrimientos en el arte en general, una época que rompió moldes y estereotipos y uno de estos artistas trasgresores es sin duda Alexander Archipenko, que junto a Juan Gris, Picasso, Delaunay etc.., consiguieron abrir nuevas ventanas en el mundo del arte.